Analizados los resultados de PISA 2012 desde la doble perspectiva de la equidad y la excelencia, las principales conclusiones de la jornada, que ha tenido lugar el 14 de marzo en Estella, han sido:
1. La equidad es el gran valor de los sistemas educativos. Avanzar hacia políticas de inclusión y de compensación hace de la educación, el mejor camino para sumar ciudadanos formados a la sociedad.
2. La excelencia es la mejor respuesta educativa a la sociedad. Lejos de suponer un planteamiento elitista, supone una reciprocidad con la sociedad y el reconocimiento de que el máximo desarrollo del capital humano es un beneficio para las personas, para la economía y para la sociedad.
3. La calidad de un sistema educativo debe evaluarse teniendo en cuenta equidad y excelencia. Deben valorarse, al mismo tiempo, los niveles alcanzados en ambos conceptos.
4. Existe un espacio de mejora para los resultados globales de España. Los valores obtenidos indican que no se ha producido un aumento significativo del rendimiento educativo en España en comparación con las cuatro ediciones anteriores del PISA, desde 2000. En las tres áreas evaluadas, lectura, matemáticas y ciencias, los resultados promedio siguen siendo ligeramente inferiores al promedio de la OCDE.
5. Cuanto mayor es la autonomía curricular y evaluativa de los centros, mejores resultados obtienen sus alumnos. Los datos de PISA 2012 muestran una clara relación entre la autonomía de los centros (currículo y evaluación) y el rendimiento académico de los alumnos.
6. PISA 2012 pone de manifiesto que la motivación para aprender matemáticas es un elemento relevante para el logro de buenos resultados académicos. En España los niveles promedio de motivación de este aprendizaje son más bajos que el promedio de la OCDE, y nuestros alumnos presentan un mayor nivel de ansiedad frente a las matemáticas.
7. Importancia de la cualificación profesional docente. Los sistemas educativos con mejores resultados son los que saben atraer a los mejores estudiantes hacia la profesión docente y los que crean incentivos para alentar a los profesores con más experiencia y motivación a trabajar en los centros con alumnos de entornos desfavorecidos.
8. Es posible mejorar en un periodo relativamente corto. Así lo demuestra el análisis de la experiencia comparada de los diferentes sistemas educativos a partir de los datos de PISA 2012.
9. Los conceptos equidad y excelencia muestran líneas comunes en las Administraciones Educativas. Estas entienden ambos principios desde sus respectivas políticas educativas y contextos sociales, pero se manifiestan puntos comunes y compartidos entre ellas.
10. Las Administraciones Educativas pueden compartir colaborativamente enfoques, planes y criterios bajo la perspectiva de la cultura de la evaluación y de la mejora continua. La colaboración ofrece un elenco de buenas prácticas y demuestran la creatividad y riqueza del conocimiento acumulado.
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Imagen de cabecera: Alba Reboredo Liste
Equidad y excelencia son dos palabras maravillosas que deberían impregnar no sólo la educación sino la sociedad en su conjunto.
No obstante me parece demasiado complejo llevarlas a cabo de manera simultánea. Me explico. He impartido clase (de manera puntual por una sustitución breve) en un grupo de ESO con 32 alumnos de los cuales 12 llevaban a cabo los estudios en los que estaban matriculados aunque entre ellos había alumnos realmente buenos a los que se les podía exigir “excelencia”. Los otros 10 alumnos tenían desfases curriculares de entre 2 y 4 cursos. ¿Cómo atender a todos en la medida de sus necesidades? La cosas era realmente difícil. Tal vez si hubiese más de un docente por aula, o tal vez si se emplease otra metodología, o tal vez si no estuviéramos tan pendientes de terminar “el programa-libro de texto”…
Está claro que la cultura de la evaluación y de la mejora continua planteadas sobre la base de que el objetivo último de la instrucción debe ser generar alto rendimiento en la práctica docente y del aprendizaje del alumnado, exige la conjugación de equidad y excelencia en los términos planteados en el artículo: siendo el fin lograr el alto nivel de eficacia que la economía y la sociedad requieren en una determinada coyuntura histórica. La equidad debe ser,en este sentido, la garantía de que hay suficientes ciudadanos trabajadores que puedan satisfacer las demandas del mercado: la excelencia debe darse para que el nivel de eficacia en el desempeño de su trabajo sea satisfactorio. Es necesario plantearse, sin embargo, si no se está produciendo cierto “reduccionismo” economicista cuando tratamos algo tan complejo con la instrucción y la escuela.