La introducción de la educación financiera, en el área de ciencias sociales, en el currículo básico de la Educación Primaria plantea algunas cuestiones. En primer lugar conviene saber qué se entiende por educación financiera; a partir de la respuesta cabría pensar cómo incorporarla en el aula y para ello sería conveniente definir los objetivos que se pretenden conseguir. Asimismo, este proceso obligaría a atender la capacitación que requerirán los docentes en activo y los futuros docentes.
La iniciativa española sobre la incorporación de la educación financiera en la educación primaria es producto de un largo camino. La sofistificación de los instrumentos financieros, producida en las últimas décadas, ha alertado acerca de los riesgos del analfabetismo financiero. A la vez, las importantes transformaciones sociales y económicas de un mundo globalizado como el actual, ha obligado a gobiernos e instituciones a reflexionar sobre la necesidad de que los ciudadanos adquieran un conjunto de habilidades, conocimientos y destrezas relacionadas con las finanzas que les sean útiles en el futuro. La OCDE, la Comisión Europea y diferentes organismos nacionales, han realizado una importante labor en la última década como se observa en el cuadro 1.
Cuadro 1: Principales iniciativas sobre educación financiera
Proyecto de Educación Financiera OCDE 2003 | Su objetivo era identificar programas de educación financiera y analizar su eficacia. |
Estudio sobre Educación Financiera. OCDE 2005 |
Se incorporan principios y buenas prácticas para la educación financiera |
Comunicación de la Comisión Europea 2007 |
Recomendaciones a los gobiernos sobre Educación Financiera |
1er. Plan Nacional de Educación Financiera en España 2008-12 |
Desarrollado por la CNMV y el Banco de España, su objetivo era mejorar la cultura financiera. |
2do Plan Nacional de Educación Financiera 2013-17 |
Desarrollado por la CNMV y el Banco de España pretende que los ciudadanos modifiquen actitudes y establezcan comportamientos racionales sobre los aspectos financieros que les atañan. |
- Dinero y transacciones, que engloba aspectos de economía personal y de diferenciación entre dinero y crédito, ahorro e inversión, así como el conocimiento básico de instrumentos como las tarjetas de crédito, etc
- Planificación y gestión, apartado éste en el que se trabaja con el corto y el largo plazo y se estimulan hábitos relacionados con la capacidad para hacer planes y gestionarlos.
- Riesgo y diversificación, donde se introduce el concepto de riesgo y se desarrolla la habilidad para gestionarlo.
- Perspectivas financieras, que incorpora un conocimiento básico del mundo financiero (contratos, tipos de interés, inflación…)
Como es conocido, los resultados de los jóvenes españoles pueden mejorar de manera notable. La forma para adquirir la competencia financiera puede ser múltiple pero la LOMCE ha apostado, creemos que adecuadamente, por incorporarla a los contenidos de Educación Primaria.
Pero… ¿qué se entiende por educación financiera? No siempre se distingue entre “educación” y “alfabetización” financiera. La OCDE define la educación financiera como “el proceso mediante el cual los individuos adquieren una mejor comprensión de los conceptos y productos financieros y desarrollan las habilidades necesarias para tomar decisiones informadas, evaluar riesgos y oportunidades financieras, y mejorar su bienestar” (Improving Financial Literacy, Paris, 2005, p. 13). La alfabetización sería la competencia final adquirida por el individuo que ha desarrollado ese proceso y se concretaría en un conjunto de habilidades, conocimientos y actitudes que le habilitarían para gestionar adecuadamente las cuestiones financieras a lo largo de su vida (Hung, A., Parker, A.M. & Yoong, J., 2009. Defining and Measuring Financial Literacy. SSRN Electronic Journal).
Si acordamos en la definición de educación financiera, incorporarla a las aulas exige planificar su incorporación. Puede incorporarse de forma esporádica, a modo de cápsulas: “la semana de la educación financiera”, por ejemplo, y realizar actividades alrededor del tema. En este caso no es necesario cualificar a los docentes: un profesional externo puede acudir y ofrecer estos contenidos. Sería un trabajo semejante al que se ha desarrollado a través de los planes de educación financiera en nuestro país, dirigidos a toda la sociedad, y en el mundo educativo focalizados en la educación secundaria.
También puede incorporarse a los contenidos del área de las ciencias sociales. En este caso cabe pensar que tal vez la formación y experiencia docente no es adecuada en este tema y es necesario reforzarla y también cabe plantearse que este proceso de aprendizaje requiere desarrollar una serie de habilidades como la propensión a planificar, la capacidad para ser proactivos… además de una serie de conocimientos que no se limitan a los tipos de interés o al conocimiento sobre los diferentes instrumentos financieros (Fernandes, D., Lynch, J. G. & Netemeyer, R. G. (2014). Financial Literacy, Financial Education and Downstream Financial Behaviors? Management Science [en prensa], p. 30).
Cuando se trata de aspectos financieros no solo nos ocupamos de dinero y riesgo. En las finanzas la incertidumbre es uno de los aspectos claves. La incertidumbre no se puede preveer o calcular como el riesgo. Frente a la incertidumbre los seres humanos tendemos a protegernos, de ahí se derivan los seguros. Probablemente explicarle a un niño de primaria una póliza de seguros tiene poco sentido pedagógico pero, tal vez, al explicar la climatología se puede incorporar ese aspecto de incertidumbre que acompaña la meteorología. Nunca se sabe cuándo caerá una granizada ni dónde, por eso los agricultores aseguran sus cosechas.
Para desarrollar este tipo de vínculos, para adquirir conocimientos y habilidades financieras, para estimular la propensión a la planificación, por ejemplo, no es necesario explicar qué es y como hacer un presupuesto, aunque también. Una buena forma de estimular esa propensión a la planificación es convocar al análisis y la reflexión mediante preguntas. ¿Cómo se organiza una expedición como el descubrimiento de América? ¿No necesitó Colón planificar su viaje? ¿Cómo supo el dinero que necesitaba para realizarlo? ¿Cómo elaboró su presupuesto? ¿Cómo obtuvo la financiación? ¿Quién le dio el dinero y a cambio de qué?… Es otra forma de encarar el proceso educativo llenándolo de contenido.
Creemos que este proceso requiere necesariamente la colaboración entre especialistas de la educación y la economía. Es un ejercicio necesario el establecer vínculos para que los futuros formadores desarrollen habilidades y conocimientos financieros que, en su vida profesional, puedan adecuar a las aulas. En ese sentido hemos comenzado a trabajar un grupo de profesores de las áreas de didáctica de las ciencias sociales y de la economía. El objetivo es crear un espacio de diálogo para desarrollar estos intereses mútuos.
Yolanda Blasco-Martel y Manuela Bosch-Príncep (Universidad de Barcelona)
Para más información…
Imagen de cabecera: Banco de juegos Finanzas para todos
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Como profesor de Economía opino que la introducción de la educación financiera en el área de ciencias sociales, en el currículum básico de la Educación Primaria, no es del todo acertada, como defienden las autoras. Desde mi punto de vista, faltaría una concreción que sí se puede dar en cursos de Educación Secundaria, cuando los alumnos y alumnas han alcanzado ya cierto grado de madurez para entender los fenómenos financieros. Además, habría profesores especialistas en la materia. Pero la LOMCE ha vuelto ha desaprovechar una oportunidad para incorporar una asignatura como tal en el currículum de la Educación Secundaria, si bien es verdad que ha ampliado la formación económico-empresarial que se da en esta etapa, que con la anterior ley quedaba reducida al Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales.
Creo que enseñar educación financiera desde la transversalidad supone no poder profundizar lo suficiente para que los alumnos y alumnas lleguen a eso que se ha denominado “alfabetización financiera”. Se haría necesaria una asignatura específica como tal, pero no porque nos la imponga una determinada prueba externa internacional, sino porque es necesaria para el desarrollo como ciudadanos y ciudadanas.
Gracias por tu comentario Narciso. La alfabetización financiera recoge conocimientos, habilidades y actitudes que ayudan a tomar decisiones acertadas en el ámbito financiero a lo largo de la vida. Nosotras entendemos que dichos conocimientos, habilidades y actitudes se pueden trabajar desde edades tempranas incorporados de modo transversal al área de ciencias sociales. Eso no excluye que en secundaria (y en la educación superior) se refuerce dicha alfabetización con programas específicos y avanzados.
saludos cordiales
La educación financiera es fundamental en nuestros días cuando estamos rodeados de multitud de productos financieros. Conceptos tan fundamentales como qué es un presupuesto, una factura, tarjetas, un préstamo, el tipo de interés, comisiones…, es una constante en nuestra vida, y deberían desde edades tempranas ir adquiriéndolos poco a poco. Hay publicidad que incita a que se le abra una cuenta de ahorro a los menores o un fondo de inversión para su futuro y ellos desconocen el porqué de estos instrumentos. Es cierto que estos conceptos se deberían introducir de una forma sencilla en el día a día de una familia. Desde el momento en que se le da una hucha ya pueden empezar a conocer el valor del dinero y la necesidad de administrarlo de la forma más adecuada a sus intereses.
Comparto los resultados del Informe PISA 2012, puesto que observo en la realidad de clase el desconocimiento de muchos de estos conceptos en alumnos de edades superiores a los 17 años. El alumnado en general tiene unos conocimientos muy escasos en general de economía, y en particular de la práctica habitual de una economía familiar. Desde la formación reglada, la forma más adecuada para incorporarla no creo que sea exclusivamente de forma esporádica. Si bien en educación primaria se puede introducir en el área de las ciencias sociales. Los conocimientos de los docentes creo que están al nivel de conceptos tan básicos como los que comenté anteriormente (presupuesto, factura, administrarse, cuenta de ahorro,…) En educación secundaria si pienso que debería impartirla un docente con formación específica. En los IES suele existir un profesor de economía que podría encargarse de su impartición. Las horas que le asignaría por curso podría ser 1. O bien dedicar medio curso a educación financiera y el otro medio curso a otra materia. Hay diversas formas de introducir estos contenidos y no creo que supusiesen mayores recursos.
Como conclusión, creo que la cultura financiera es importantísima en nuestros días, puesto que es una constante en el día a día y debería ser introducida en el currículo de nuestro alumnado utilizando el máximo de vías posibles, tanto de forma transversal como con contenido propio en los diversos cursos principalmente de secundaria.
Gracias por tu comentario Carmen. Uno de los principios que establecen tanto la OCDE como la Comisión Europea es desarrollar investigaciones que favorezcan la incorporación de la educación financiera. Este es uno de los trabajos pendientes.
Saludos cordiales
Lo interesante del debate es que, todos los que hemos opinado hasta el momento, suscribimos la necesidad de incorporar la educación financiera en nuestra formación. Los matices se encuentran en cómo hacerlo y cuál es la edad más acertada para empezar el proceso.
Compartimos plenamente que hay que utilizar el máximo de vías posibles tanto de forma transversal como mediante contenidos propios.
La opción de la transversalidad, desde nuestra perspectiva, no implica necesariamente que no se pueda profundizar de forma suficiente en los contenidos, en cambio sí implicaría una necesaria coordinación de actividades llevadas a cabo en distintas asignaturas, donde se integren los contenidos financieros adecuados para el nivel de los estudiantes. Asimismo una coordinación de los contenidos para los distintos niveles. Desde esta perspectiva alguien debería responsabilizarse de la coordinación y ver cómo dicho planteamiento puede instrumentarse. Las dificultades que implica se compensan con la ventaja de que los conceptos financieros se introducen tanto en actividades de ciencias sociales como por ejemplo la geografía y planificación, como en matemáticas o en inglés. Los conocimientos financieros se adquieran integrados en distintos contextos.
Si a lo dicho les sumamos una asignatura con contenidos propios y específicos en cursos superiores mucho mejor, pues permitirá reforzar los contenidos básicos adquiridos y abrir nuestros horizontes en cuanto a contenidos y a valores.
Lo interesante del debate es que, todos los que hemos opinado hasta el momento, suscribimos la necesidad de incorporar la educación financiera en nuestra formación. Los matices se encuentran en cómo hacerlo y cuál es la edad más acertada para empezar el proceso.
Compartimos plenamente que hay que utilizar el máximo de vías posibles tanto de forma transversal como mediante contenidos propios.
La opción de la transversalidad, desde nuestra perspectiva, no implica necesariamente que no se pueda profundizar de forma suficiente en los contenidos, en cambio sí implicaría una necesaria coordinación de actividades llevadas a cabo en distintas asignaturas, donde se integren los contenidos financieros adecuados para el nivel de los estudiantes. Asimismo una coordinación de los contenidos para los distintos niveles. Desde esta perspectiva alguien debería responsabilizarse de la coordinación y ver cómo dicho planteamiento puede instrumentarse. Las dificultades que implica se compensan con la ventaja de que los conceptos financieros se introducen tanto en actividades de ciencias sociales como por ejemplo la geografía y planificación, como en matemáticas o en inglés. Los conocimientos financieros se adquieran integrados en distintos contextos.
Si a lo dicho les sumamos una asignatura con contenidos propios y específicos en cursos superiores mucho mejor, pues permitirá reforzar los contenidos básicos adquiridos y abrir nuestros horizontes en cuanto a contenidos y a valores.
Actualmente estoy colaborando en proyectos educativos de cultura emprendedora y financiera en un IES de Cádiz. Mi experiencia de más de 20 años en diferentes Entidades Financieras y los últimos 7 realizando Planificación Financiera, me ha permitido analizar e investigar el comportamiento de las familias españolas frente a las finánzas domésticas. Destacar que he valorado más de 2000 familias españolas cada una de ellas en circunstancias economicas diferentes, llegando a denominadores comunes en cuanto a la problemática que presenta esta materia.
Soy Diplomada en Turismo y actualmente realizando Master de Profesor en secundaria en la especialidad de economía. Mi intención es ser colaborador independiente y participar de manera docente en esta apasionada asignatura pendiente que es la educación financiera.
Mi blog finanzasobreruedas.wix.com/finance-blog-es, me gustaría me orientaran como puedo participar en este Gran Proyecto Educativo.
Decidí salir de la banca porque las gestiones que estan realizaban en cuanto a esta materia no son para nada objetivas y tienen un fin diferente al educacional.
Gracias por todo, y enhorabuena por la investigación.
Buenos días Yolanda, gracias por tu comentario.
Si tienes interés en publicar artículos sobre educación, existen dos vías:
Por un lado está la Revista de Educación (http://www.mecd.gob.es/revista-de-educacion/). En el campo de la educación es la revista con mayor factor de impacto en España, con 75 años de historia. El procedimiento para publicar en ella es enviar tus artículos (http://recyt.fecyt.es/index.php/index/login) y el comité científico evalúa si son de interés para la revista.
Otra vía para publicar es enviar tus artículos al blog del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, a la dirección novedades.inee@mecd.es. Las publicaciones que nos envíes no deben exceder las 600 palabras.
Un saludo.
La educación financiera debería formar paste de los currículos oficiales en las Escuelas elementales, pues cada sujeto en formación (discentes) merece obtener los conocimientos necesarios para manejar indicadores de inversión en un mundo donde la economía mueve tantas cosas que condiciona la vida humana… para nadie es un secreto que el uso de ejes transversales no ha sido efectiva, quizás los docentes formadores de nuevos integrantes de las sociedades en el mundo no conocen métodos efectivo que propicien la transposición didáctica correcta y por ende que los jóvenes y niños se apropien de conceptos fiables para el manejo financiero desde sus experiencias más humildes de transacción. Ante estos escenarios, quizás las opciones que se presentan como viables son la masificación de espacios como este blog y como https://www.edufinanzas.com que ofrecen información financiera actualizada y que te permite tomar ciertos riesgos a la hora de invertir.