Los estudios, puente a la profesión

La diferencia entre las empresas son las personas que las componen y eso lo tienen cada día más claro las compañías. Sin embargo, éstas no acaban de encontrar en los abrumadores currículos llenos de carreras universitarias, másteres e idiomas, el talento que buscan. La clave está en que una persona es un conjunto de roles y de atributos del cual el profesional solo es una parte.

La construcción de un profesional se hace a partir de los 15 o 16 años, momento en el que los jóvenes deben elegir sus estudios superiores. Con esa edad los chicos no están eligiendo lo que harán los próximos 2 o 4 años, están eligiendo lo que harán los próximos 50. Por lo tanto deberían elegir primero su profesión para elegir a continuación sus estudios. ¿Y elegir en base a qué?

A todo lo que hacemos los seres humanos, multiplicar, cantar, bailar, hablar, etc. se le llaman conductas. De conductas hay de dos tipos, las innatas, que se tienen solamente si se ha nacido con ellas y que se agrupan en familias bajo el nombre de inteligencias, y las conductas cognitivas, que son las que nos enseñan los padres, los maestros y nuestro paso por la vida. Las personas somos una combinación de conductas innatas y cognitivas que nos hace únicos. Un perfil personal tiene mucho talento para algunas cosas y no tanto para otras. ¿Quién es más inteligente, Sergio Ramos o Einstein? Igual, lo que pasa es que tienen inteligencias distintas.

Debemos dar la vuelta a lo que nos han explicado, debemos mirar el futuro bajo otro paradigma y debemos entender, aceptar, que ser inteligente no dice nada si no se dice de que. Debemos aceptar que nuestros hijos no han venido a continuar aquello que nosotros empezamos hace tiempo, ni tampoco a cubrir nuestras expectativas o nuestras frustraciones, ellos no deben hacer aquello que nosotros no pudimos o nos hubiera gustado. Ellos son ellos. Por lo tanto, debemos tener la capacidad de analizar su persona, descubrir su perfil y proyectarlo al futuro con el objetivo de que sea feliz e independiente.

Si encontramos en el perfil de un joven de 16 años que es un ingeniero, le debemos proponer que haga una carrera en ingeniería, algo muy distinto a que haga una carrera en ingeniera y que descubra con el paso de los años si es o no un ingeniero.
Esto es construir el profesional perfecto que hay dentro de cada uno. Esto es lo que las empresas anhelan y esperan, pero todavía no lo saben.

Solo debes ser tú!! Just be you!!

Diego Delgado (Socio y fundador de Aim Solo S.L.)

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Imagen de cabecera: MKT

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