¿Cuál es la edad idónea para empezar a usar el móvil?

Es una pregunta que muchos padres nos planteamos pero muy pocos respondemos y, como en otras situaciones, nos dejamos llevar por lo establecido socialmente y caemos en comprarles o dejar que regalen a nuestros hijos el teléfono móvil antes de lo que hubiésemos querido.

Según varias encuestas los menores españoles comienzan a usar el teléfono móvil entre los 10 y los 12 años. Emilio Calatayud, juez de menores, considera que no deberían tenerlo los niños hasta por lo menos los 14 años, ya que para ellos es un objeto tóxico y adictivo, “es un instrumento muy peligroso que puede servir para cometer algunos delitos”, según palabras textuales de dicho juez que ha tenido que juzgar a numerosos menores por delitos cometidos con el móvil.

¿Por qué hay que educar en el uso del móvil?

Por dos razones principales:

– La utilización excesiva, que puede llegar a la adicción. Un uso preocupante se da cuando podemos percibir en nuestros hijos una tensión o ansiedad si no tienen el móvil a mano.Es adictivo cuando:

  • se le dedica mucho tiempo al uso del móvil, utilizándolo en momentos inadecuados, cuando come, estudia, hace deporte,…
  • afecta a las relaciones familiares provocando grandes conflictos y aislamiento social, no relacionándose de manera adecuada con sus iguales,
  • lo usa a deshoras pasando mucho tiempo en la habitación,
  • se enfada cuando se le reduce el uso del móvil o se le llama la atención,
  • afecta al rendimiento escolar, y
  • reduce la realización de otras actividades favoreciendo el sedentarismo.

– Por los delitos que pueden cometer o los riesgos a los que están sometidos, el uso de los teléfonos móviles y tablets con su cámara, aplicaciones, redes sociales y grupos de whatsapp hace que estén los menores sometidos a problemas de seguridad y privacidad derivados del mal uso de las tecnologías, estos riesgos pueden ser de dos tipos:

  • acoso (vejaciones, humillaciones, chantajes,…)
  • delitos contra la intimidad (compartir imágenes sexuales de otros menores), así como la posibilidad de contactar con pedófilos.

Ante todo esto hay que prevenir a nuestros hijos de las repercusiones negativas de sus acciones y acostumbrarles a que no agreguen a desconocidos.

Por todo ello es necesario,

  • Prevenir sin prohibir

-Favoreciendo el diálogo familiar teniendo cuidado en escuchar y respetar las opiniones de los hijos y establecer una comunicación fluida para que se pueda hablar de todos los temas, incluidos los beneficios y riesgos de las nuevas tecnologías así como las situaciones o conflictos que le puedan estar sucediendo.

-Ofreciéndoselo si se esfuerza en aprobar las asignaturas, como un premio, para que no lo vean como un derecho adquirido por nada.

– Usando el móvil cuanto más tarde mejor, un niño menor de 10 años no necesita móvil. En cualquier caso hay que hacer que sea consciente de su valor y su coste.

-Utilizando mejor tarjeta de prepago que con contrato, ya que gastan menos.

-Observando en todo momento el comportamiento de los niños respecto al móvil y las nuevas tecnologías.

-Controlando siempre el uso que hace el niño del móvil, sabiendo sus contraseñas y accesos a redes, ya que ante cualquier problema los responsables judicialmente somos los padres.

-Poniendo normas claras sobre cuándo y cómo utilizar el móvil, no se trata de prohibir su uso sino de establecer límites, para ello hay publicado desde la página web de la Policía Nacional un “contrato” de padres a hijos sobre el uso que se debe hacer del móvil y las condiciones que debe cumplir para tenerlo teniendo claro que se le puede retirar si no se cumple.

  • Tener claro cómo actuar ante un problema

-Hablando con los hijos, evitando hacerlo cuando se está enfadado, ya que discutir sólo lleva a agravar el problema.

-Dando ejemplo, los adultos a veces abusamos del móvil delante de nuestros hijos.

-En caso de que sea objeto de ciberacoso, con chantajes y amenazas, con publicar fotos privadas en redes sociales o que puedan comprometer o perjudicar, insistirle en que debe contárselo a los padres o en los Centros escolares y si el tema es grave o delictivo acudir a denunciarlo, aportando los detalles oportunos.

-Si el problema es puntual negociar el uso del móvil, eso quiere decir que deben ceder las dos partes.

-Educando con disciplina, pero siendo justos, evitando castigos extremos. Los castigos deben ser rápidamente administrados, justos y explicados claramente, para que el adolescente sepa exactamente porque ha recibido un castigo o le han quitado el móvil

-Favoreciendo conductas alternativas e incompatibles con la adicción, por ejemplo, que escuchen música, hagan deporte o cualquier otro hobby.

-Buscando ayuda externa cuando se vea que no se consigue ayudarle.

Si después de leer esto has visto la necesidad de ser responsable con la compra del móvil de tu hijo, hazte estas sencillas preguntas:

-¿Tiene mi hijo la necesidad de tener móvil?

-¿Se lo merece por el comportamiento y estudios?

-¿Para qué lo necesita?

-¿Es adecuado que tenga tarifa de datos?

-¿Tengo claras las normas de uso que voy a pactar con mi hijo?

Ángela Alonso Díaz y Ana Belén Ladrón de Guevara Martín (CEIP  Federico García Lorca de Alcorcón)

Te puede interesar…

Para más información…