Monitor de la Educación y la Formación 2016. Objetivos y niveles de referencia de ET2020 (II)

Tras editarse en el blog del INEE la primera entrega sobre el progreso realizado en los objetivos educativos principales de la Estrategia Europa 2020, según el informe de seguimiento Monitor de la Educación y la Formación 2016 publicado recientemente por la Comisión Europea, se presenta la segunda entrega referida a los otros objetivos del marco estratégico ET 2020.

B.   Otros objetivos del marco estratégico Educación y Formación 2020

3.   Participación en Educación Infantil y atención a la infancia

La Educación Infantil abarca desde el nacimiento hasta el comienzo de la Educación Primaria, y es cada vez más reconocida como una parte importante en el desarrollo de las personas. En la mayoría de los países europeos, la Educación Infantil se distribuye en dos fases: primer ciclo de Educación Infantil (CINE 01, de 0 a 2 años) y segundo ciclo (CINE 02, de 3 al comienzo de Primaria).

La participación en Educación Infantil ha sido asociada con mayores logros educativos, una reducción del riesgo de abandono escolar, mayor empleabilidad, mejores salarios, menor índice de criminalidad y una mejor integración para las personas de raíces inmigrantes. Los estudiantes que no han realizado este tipo de educación temprana son tres veces más propensos al fracaso escolar en la escuela que aquellos que sí la han hecho, por lo menos, durante más de un año.  Para proponer un punto objetivo, se estableció la edad mínima de 4 años como referencia y el 95% de participación como meta. Para las edades por debajo de esta marca no existen todavía objetivos de participación, aunque sí hay datos de los países.

Tabla1. Participación en Educación Infantil y atención a la infancia, 2014 (%)

Tabla1

Fuente: Eurostat (UOE, 2011-2014). Online data code: educ_uoe_enra10, educ_uoe_enrp07 and educ_ipart
Notas: ‘e’ =estimated

Son muchos los países que han introducido medidas para facilitar el acceso a la Educación Infantil, por lo que, en general, las ratios de participación en esta etapa educativa se incrementan según aumenta la edad de los alumnos. 13 países miembros de la Unión Europea  tienen tasas de más de un 80% de alumnos de 3 años matriculados, aumentando a 21 países si se cuenta a partir de los 4 años y a 23 para los 5 años de edad. Por último, para la participación en Educación infantil en Europa en edades de 0 a 3 años hay grandes variaciones entre países, que van desde un 3% en Rumanía hasta el 70% de Dinamarca.

4.   Bajo rendimiento en competencias básicas

Un factor determinante a la hora de comprobar el déficit educativo, es la existencia de unos niveles bajos en competencias básicas. El objetivo de la UE es reducir la proporción de alumnos de 15 años con bajo rendimiento en lectura, matemáticas y ciencias por debajo del 15% en 2020. El estudio PISA 2012 de la OCDE, situaba la media europea en un 17,8% para lectura, un 22,1% para matemáticas y un 16,6% para ciencias. PISA muestra una correlación importante entre obtener un bajo rendimiento en estas competencias y no haber realizado la Educación Infantil de segundo ciclo.

Gráfico1. Educación Infantil y bajo rendimiento en matemáticas, 2012

Grafico1

Fuente: OECD (PISA, 2012)

Otro factor a tener en cuenta para la mejora de estos resultados es el factor socioeconómico y la inclusión social dentro de las escuelas. En Finlandia, donde el índice socioeconómico y de diversidad es el más alto de la UE, el porcentaje de alumnos con bajo rendimiento en matemáticas es el segundo menor. Los profesores también juegan un rol importante en este factor. Una baja puntuación en estas competencias suele ser más pronunciada cuando los profesores tienen bajas expectativas con respecto a sus alumnos, ofreciendo menos apoyo  y soporte moral a los mismos.

5.   Empleabilidad de los recién titulados (CINE 3 a 8)

La importancia de la educación en relación al mercado laboral, las tasas de empleo para los jóvenes, así como la transición desde el sistema educativo a los distintos puestos de trabajo ha sido uno de los temas clave para las políticas económicas y educativas durante los últimos años. En consecuencia, durante el año 2012, los miembros de la UE fijaron el objetivo de aumentar  la tasa de empleo para los nuevos graduados (entre 20 y 34 años) hasta un 82% para el 2020. Los últimos datos indican que la media de la UE ha mejorado por segundo año consecutivo llegando al 76,9% en 2015.

Según el Monitor de la Comisión Europea “Para aquellos que completan una educación de segundo ciclo de secundaria o post-secundaria no terciaria, los programas de formación profesional muestran una transición al mundo laboral sistemáticamente mejores que aquellos que ostentan el mismo nivel de estudios en programas generales, pero que no continúan a una educación superior”. Es decir, una de las claves para mejorar la transición de la educación al mercado laboral es fomentar y dar valor a los sistemas de formación profesional.

Gráfico 2. Tasas de empleo de recién graduados en segundo ciclo de E.Secundaria y
Post-secundaria no Terciaria, 2015

Grafico2

Fuente: Eurostat (EU-LFS, 2015). Online data code: edat_lfse_24

Si nos fijamos en la media de la Unión Europea, la tasa de empleo entre los recién graduados en programas de formación  profesional alcanzó el 72% en 2015, mientras que para los recién graduados en programas generales fue de un 61,2%. Parece que la experiencia laboral es clave para los estudiantes a la hora de poder aplicar los conocimientos teóricos y poder acceder a ciertos puestos de trabajo. El documento también muestra la relevancia de los estudios de idiomas en los programas de formación profesional: Mientras que en los programas generales de la mayoría de países al menos un idioma extranjero está incluido en el currículum, en los programas de formación profesional existen itinerarios que no incluyen ningún idioma extranjero. En 2014 uno de cada 5 estudiantes de formación profesional no estudiaba un idioma extranjero como parte de su currículum.

Los programas de formación profesional de calidad deberían dar también la posibilidad a sus estudiantes de acceder desde éstos a una educación superior. Los países presentan distintos enfoques, mientras algunos optan por programas largos que ofrecen acceso directo a una educación superior, otros ofrecen programas cortos que se adaptan mejor a ciertas necesidades inmediatas del mercado laboral y que también permiten a los adultos una vía de reintegración al trabajo.

Fijando la mirada en la educación superior, y teniendo en cuenta el desarrollo del Plan Bolonia en los países de la UE, en la actualidad es posible dar una visión más fiel de cómo los estudiantes de Educación Terciaria entran a formar parte del mercado laboral. Según los datos recogidos, las tasas de empleo aumentan con el nivel educativo alcanzado, de hecho, en la mayoría de los países de la UE la tasa de empleo llega al 90% para los titulados con el doctorado (CINE 8). El informe también apunta al hecho de que en países con una formación profesional consistente, las tasas de empleo para los estudiantes de formación profesional de educación superior (CINE 5) son mayores que para los estudiantes de un grado (CINE 6).

El porcentaje de mujeres que logran una educación superior es en la actualidad significativamente más alto que el de hombres, sin embargo, en lo que  refiere a las tasas de empleo la situación se revierte, siendo de un 82,4% para las mujeres y de un 90,3% de los hombres, para toda la Educación Terciaria de media en la UE.

Tabla 2. Tasas de empleo por nivel de Educación Terciaria, 25-44 años, 2015 (%)

Tabla2

Fuente: Eurostat (EU-LFS special extraction, 2015)
Notas: CINE 5: Ciclo corto de Terciaria, CINE 6: Grado, CINE 7: Máster y CINE 8: Doctorado

La evolución constante en un mercado de trabajo globalizado implica un aumento en la demanda de perfiles con educación superior, de esta forma, los gobiernos se centran cada vez más en ofrecer una educación superior de calidad. Aunque la información sobre los graduados y el mercado de trabajo se intenta utilizar para mejorar las orientaciones profesionales de los alumnos, esta información no es lo suficientemente consistente y no siempre está disponible.

6.   Formación continua a lo largo de la vida adulta

Debido, entre otras cosas, a la evolución constante de los entornos de trabajo, la formación y la actualización de los adultos en determinados campos y destrezas, es algo indispensable para disponer de una población activa eficiente y eficaz. Por ello, otro de los objetivos establecidos por la UE para 2020, es conseguir que los adultos participen en actividades de formación, independientemente del nivel y de la edad. Se estableció que al menos el 15% de la población entre 25 y 64 años participaría en algún tipo de proceso de enseñanza para el año 2020. Este porcentaje ha disminuido en un gran número de países respecto al año 2012, entre los que se encuentra España. Sin embargo, la media de la UE ha pasado de 9,2% a 10,7%. Uno de los retos que afronta la Unión Europea es la reintegración de un buen porcentaje de población sin las habilidades suficientes para adaptarse a los constantes cambios económicos y tecnológicos.

Tabla 3. Población adulta que participa en actividades de aprendizaje, 2012-2015 (%)
Tabla3

Fuente: Eurostat (EU-LFS, 2012-2015). Online data codes: trng_lfse_01, trng_lfse_02 and trng_lfse_03

La Comisión Europea plantea a los estados miembros establecer un sistema de enseñanza de habilidades para responder a las necesidades de la población. De esta forma, se deberían implementar políticas específicas para mejorar las habilidades de los adultos. Estos sistemas, según la Comisión, deben contar con instrumentos de pre-evaluación de habilidades para poder adaptarse a las necesidades individualizadas de la población, así como ofrecer la posibilidad de obtener cualificaciones reconocidas por el mercado laboral.

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