Sí a los deberes, pero no de cualquier manera

 

RUBÉN FERNÁNDEZ-ALONSO
Universidad de Oviedo y Gobierno del Principado de Asturias
MARCOS ÁLVAREZ-DÍAZ
Gobierno del Principado de Asturias
JAVIER SUÁREZ ÁLVAREZ y JOSÉ MUÑIZ
Universidad de Oviedo

En España la inmensa mayoría del alumnado realiza deberes o tareas escolares en el hogar (TEH), las cuales, además de su papel académico, tienen implicaciones sobre el tiempo de ocio y la convivencia familiar. Las TEH son una actividad instructiva con gran impacto extramuros escolares, lo que estimula el debate social sobre la relación entre TEH, el rendimiento académico y la vida familiar. Por su parte, la investigación educativa ha contribuido a avivar la polémica al ofrecer conclusiones parciales, contradictorias y pendulares, alternando épocas en las que las TEH se concebían como un motor para elevar el nivel educativo de los países, con otras en las que fueron proscritas. De hecho, se cuentan prácticamente a partes iguales los estudios empíricos que informan sobre los efectos positivos, nulos, incluso negativos sobre el rendimiento académico. Esta falta de unanimidad en los resultados está motivada, en buena parte, por dos cuestiones que con frecuencia no se han tenido en cuenta en las investigaciones.

La primera de ellas es no contemplar una cuestión previa: ¿Por qué unos estudiantes invierten más tiempo que otros a completar las TEH? El tiempo en las TEH depende de otras variables que, a su vez, influyen sobre el rendimiento académico, tales como la capacidad cognitiva, la historia escolar, los conocimientos previos, la motivación, el género, la edad o factores sociológicos. Al analizar la relación entre el tiempo de deberes y los resultados académicos muchos estudios no incluyen el efecto de estas variables, por lo que sus conclusiones están sesgadas. En pocas palabras, para analizar la relación tiempo en TEH-rendimiento es necesario controlar el efecto de aquellas variables que inciden sobre el tiempo de deberes. Solo de esa forma se podrá estimar un efecto neto, que no esté confundido o condicionado por terceras variables que desvirtúen la explicación.

En segundo lugar, al manejar datos cuantitativos es necesario distinguir tres variables relativas a las TEH: tiempo, frecuencia y volumen de deberes. El tiempo de deberes es una medida individual y refleja el hábito de trabajo del alumnado. Sin embargo, la frecuencia y el volumen de los deberes son medidas de aula que describen la política de deberes del profesorado y del centro. El efecto del tiempo sobre el rendimiento suele ser negativo o, en el mejor de los casos, no significativo. El tamaño o la frecuencia de las TEH captan la ganancia en términos de rendimiento de los grupos-aula que reciben más deberes o con mayor frecuencia. Los modelos estadísticos clásicos, empleados por gran parte de la investigación no permiten considerar al mismo tiempo los efectos de los dos niveles en juego: alumnado y aula. Por ello, es necesario utilizar modelos de análisis que permitan separar los efectos de las tres variables en los dos niveles, con el fin de no enmascarar los resultados del estudio. En definitiva es necesario emplear modelos de análisis jerárquico-lineales que son los únicos que permiten estimar el efecto conjunto de las variables individuales y de aula.

En este contexto nuestro trabajo pretende analizar el impacto de las políticas de deberes escolares en el rendimiento en Lengua, Matemáticas, Ciencias y Educación Cívica. El trabajo es una exploración secundaria de la base de datos de la Evaluación General de Diagnóstico 2010. Se controló el efecto de variables mediadoras en la relación tiempo en TEH y resultados, utilizando modelos jerárquico-lineales de tres niveles: alumnado, centro y Comunidad Autónoma. La muestra final quedó compuesta por 26543 estudiantes de segundo curso de la ESO escolarizados en 933 centros, siendo representativa de todas las Comunidades Autónomas.

Una vez descontado el efecto del contexto socioeconómico de las familias, del centro, del género, nacionalidad, la historia escolar, autoconcepto y motivación del alumnado, los resultados arrojan tres conclusiones principales:

  1. Tal y como se hipotetizaba, la relación entre los resultados académicos y el tiempo invertido en las TEH es negativa a nivel individual. Es decir, se predice peor rendimiento para los estudiantes que emplean más tiempo en hacer las TEH que el promedio de sus compañeros de aula.
  2. La relación entre volumen de las TEH y el rendimiento es positiva. Es decir, los centros que asignan mayor volumen de deberes tienden a mostrar mejores resultados.
  3. A medida que aumenta el volumen de las TEH de un centro, también aumentan las diferencias de tiempo invertido por los estudiantes.

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La lectura conjunta de estos tres resultados se representa en el siguiente gráfico, donde se predice el resultado en Matemáticas, si bien la lectura es similar para el resto de las materias.

Por cada hora que aumenta el volumen de TEH que un centro prescribe a su alumnado, se predice una ganancia equivalente a un 15% de la desviación típica de la escala de resultados, que es lo que representan las líneas horizontales más gruesas. Ahora bien, dado que el efecto de los deberes a nivel individual es negativo, esta ganancia sólo se mantendrá para aquellos estudiantes que emplean el mismo tiempo sobre las TEH que el tamaño o volumen que le asigna el centro. Si dicho estudiante hace sus deberes en menos tiempo del previsto por la asignación de su centro el modelo predice para él una ganancia por encima de 15%; si, por el contrario, empleara más tiempo que el volumen de la asignación sus resultados se deteriorarán por debajo de la línea base. Por ello al aumentar el volumen de la tarea también lo hacen las diferencias entre los estudiantes más o menos rápidos con sus deberes escolares.

En conclusión, los datos apuntan a que las escuelas que asignan mayor volumen de deberes tienden a mostrar mayores diferencias internas, tanto en el tiempo dedicado por su alumnado a las TEH como en el resultado en la prueba. Los datos parecen indicar que en segundo curso de Educación Secundaria Obligatoria el tiempo óptimo de volumen de deberes escolares está en torno a 60-70 minutos por día, recomendación que es ligeramente más optimista que la famosa regla de “los 10 minutos de Cooper”. En ese intervalo es donde los datos indican que se logra la mejor relación entre mejora de los rendimientos, sin aumentar las diferencias entre estudiantes.

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